SCHLEGEL, Friedrich. “Kritische Fragmente». 1797. Kritische Schriften und Fragmente (1798-18011). Studienausgabe. Herausgegeben von Ernst Behler und Hans Eichner. Paderborn. München. Wien. Zürich: Ferdinand Schöningh, Band 1, 1988. 239-250. Impreso.
Schlegel, Friedrich. “Fragmentos críticos». 1797. Fragmentos, seguido de Sobre la incomprensibilidad. Trad. y notas de Pere Pajerols. Barcelona: Marbot Ed., 2009. 25-55. Impreso.
Schlegel, F. 1797
Distinctio / Coniectura
[frg. 42, p. 242] Die Philosophie ist die eigentliche Heimat der Ironie, welche man logische Schönheit definieren möchte: denn überall wo in mündlichen oder geschriebenen Gesprächen, und nur nicht ganz systematisch philosophiert wird, soll man Ironie leisten und fordern; und sogar die Stoiker hielten die Urbanität für eine Tugend. Freilich gibts auch eine rhetorische Ironie, welche sparsam gebraucht vortreffliche Wirkung tut, besonders im Polemischen; doch ist sie gegen die erhabne Urbanität der sokratischen Muse, was die Pracht der glänzendsten Kunstrede gegen eine alte Tragödie in hohem Styl. Die Poesie allein kann sich auch von dieser Seite bis zur Höhe der Philosophie erheben, und ist nicht auf ironische Stellen begründet, wie die Rhetorik. Es gibt alte und moderne Gedichte, die durchgängig im Ganzen und überall den göttlichen Hauch der Ironie atmen. Es lebt in ihnen eine wirklich transzendentale Buffonerie. Im Innern, die Stimmung, welche alles übersieht, und sich über alles Bedingte unendlich erhebt, auch über eigne Kunst, Tugend, oder Genialität: im Äußern, in der Ausführung die mimische Manier eines gewöhnlichen guten italiänischen Buffo.
[frg. 42, pp. 34-35] La filosofía es la única patria de la ironía, que podría definirse como belleza lógica. Pues siempre que se filosofe, en diálogos hablados o escritos, de un modo no del todo sistemático, debe practicarse y exigirse ironía; y lo cierto es que incluso los estoicos veían en la urbanidad una virtud. Aunque existe también una ironía retórica que, administrada con mesura, puede producir excelentes efectos, particularmente en el terreno de la polémica, lo cierto es que al lado de la sublime urbanidad de la musa socrática esta clase de ironía es lo mismo que el esplendor de la oratoria más brillante al lado de una tragedia de estilo elevado. También en este sentido puede decirse que sólo la poesía es capaz de elevarse hasta ponerse a la altura de la filosofía y, a diferencia de la retórica, no se fundamenta en pasajes irónicos. Hay poemas antiguos y modernos que exhalan continuamente y por todas partes el divino hálito de la ironía. Habita en ellos una bufonería auténticamente trascendental: en el interior, aquel estado de ánimo que lo abarca todo con la mirada y que se eleva infinitamente por encima de todo lo condicionado, incluso por encima del propio arte, la propia virtud o la propia genialidad; y en el exterior, aquella ejecución que presenta el estilo mímico de cualquier buen bufón italiano corriente.
Schlegel, F. 1797
Mirabile/ Ironía / Distinctio
[frg. 127, p. 250] Es ist indelikat, sich drüber zu wundern, wenn etwas schön ist, oder groß; als ob es anders sein dürfte.
[frg. 127, p. 55] Es una falta de delicadeza mostrar asombro cuando algo es bello o grande, como si se insinuase que podría ser de otro modo.
SCHILLER, Friedrich. “Kallias oder Über die Schönheit Briefe an Gottfried Körner. 1793”. Sämtliche Werke. Band V. Herausgegeben von Wolfgang Riedel. München: Deutscher Taschenbuch Verlag, 2004. 394-433. Impreso.
Schiller, Friedrich. “Kallias”. Kallias. Cartas sobre la educación estética del hombre. Estudio introductorio de Jaime Feijóo; trad. y notas de Jaime Feijóo y Jorge Seca. Barcelona: Anthropos, 1999. 2-107. Impreso.
Schiller, F. 1793
[p. 427] Man beschreibt einen Gegenstand, wenn man die Merkmale, die ihn kenntlich machen, in Begriffe verwandelt und zur Einheit der Erkenntnis verbindet.
Man stellt ihn dar, wenn man die verbundenen Merkmale unmittelbar in der Anschauung vorlegt.
[p. 91] Describimos un objeto cuando transformamos en conceptos aquellos rasgos propios que lo caracterizan, y los unimos hasta llegar a la unidad del conocimiento.
Lo exponemos o representamos cuando colocamos sin mediación alguna ante la intuición esos rasgos propios ya cohesionados.
[…] [p. 429] Leidet die Eigentümlichkeit des darzustellenden Objekts durch die Geisteseigentümlichkeit des Künstlers, so sagen wir, die Darstellung sei manieriert.
Das Gegenteil der Manier ist der Stil, der nichts anders ist als die höchste Unabhängigkeit der Darstellung von allen subjektiven und allen objektiv zufälligen Bestimmungen.
Reine Objektivität der Darstellung ist das Wesen des guten Stils: der höchste Grundsatz der Künste.
[…] [p. 97] Si la particularidad del objeto a representar sufre a causa de la particularidad espiritual del artista, decimos entonces que la representación es amanerada.
Lo contrario del amaneramiento es el estilo, que no es otra cosa que la máxima independencia de la representación frente a toda determinación subjetiva, y frente a toda determinación objetiva accidental.
La pura objetividad de la representación es la esencia del buen estilo: el más elevado principio de las artes.
[p. 432] Die Natur des Mediums, dessen der Dichter sich bedient, besteht also »in einer Tendenz zum Allgemeinen«, und liegt daher mit der Bezeichnung des Individuellen (welches die Aufgabe ist) im Streit. Die Sprache stellt alles vor den Verstand, und der Dichter soll alles vor die Einbildungskraft bringen (darstellen); die Dichtkunst will Anschauungen, die Sprache gibt nur Begriffe.
[p. 105] La naturaleza del medio del que se sirve el poeta consiste por tanto «en una tendencia hacia lo universal» y queda confrontada por ello a la designación de lo individual (que es la tarea a realizar). El lenguaje coloca todo ante el entendimiento, y el poeta ha de conducirlo todo ante la imaginación (representar); la poesía requiere intuiciones, el lenguaje sólo proporciona conceptos.
SCHILLER Friedrich. «Über naive und sentimentalische Dichtung». 1795. Sämtliche Werke, Band V, herausgegeben von Wolfgang Riedel. München: Deutscher Taschenbuch Verlag, 2004. 694-780. Impreso
Schiller, Friedrich. «Sobre poesía ingenua y poesía sentimental». Sobre la gracia y la dignidad. Sobre poesía ingenua y poesía sentimental y una polémica Kant, Schiller, Goethe y Hegel. Trad. de Juan Probst y Raimundo Lida. Barcelona: Icaria, 1985. 67-157. Impreso.
Schiller, F., 1795
Allegoria / Distinctio
[p. 724] Wenn die pathetische Satire nur erhabene Seelen kleidet, so kann die spottende Satire nur einem schönen Herzen gelingen. Denn jene ist schon durch ihren ernsten Gegenstand vor der Frivolität gesichert; aber diese, die nur einen moralisch gleichgültigen Stoff behandeln darf, würde unvermeidlich darein verfallen und jede poetische Würde verlieren, wenn hier nicht die Behandlung den Inhalt veredelte und das Subjekt des Dichters nicht sein Objekt verträte. Aber nur dem schönen Herzen ist es verliehen, unabhängig von dem Gegenstand seines Wirkens in jeder seiner Äußerungen ein vollendetes Bild von sich selbst abzuprägen. Der erhabene Charakter kann sich nur in einzelnen Siegen über den Widerstand der Sinne, nur in gewissen Momenten des Schwunges und einer augenblicklichen Anstrengung kundtun; in der schönen Seele hingegen wirkt das Ideal als Natur, also gleichförmig, und kann mithin auch in einem Zustand der Ruhe sich zeigen. Das tiefe Meer erscheint am erhabensten in seiner Bewegung, der klare Bach am schönsten in seinem ruhigen Lauf.
[p. 98] Si la sátira patética sólo sienta bien a las almas sublimes, la sátira burlesca sólo puede lograrla un corazón bello. Pues la una está ya a salvo de la frivolidad por su asunto serio; pero la otra, que no puede tratar sino una materia moralmente indiferente, caería sin remedio en lo frívolo, y perdería toda dignidad poética, si el contenido no se ennobleciera por la forma de tratarlo, si el sujeto, el poeta, no reemplazara a su objeto. Pero sólo al corazón bello le ha sido dado reproducir en cada una de sus expresiones, independientemente del objeto de su obrar, una imagen perfecta de sí mismo. El carácter sublime no puede manifestarse más que en triunfos aislados sobre la resistencia de los sentidos en ciertos momentos de exaltación y de instantáneo esfuerzo; mientras que en el alma bella el ideal obra como naturaleza, es decir uniformemente, y puede así mostrarse también en estado de reposo. Cuando más sublime aparece el mar profundo es en su agitación; el claro arroyo nunca es más bello que en su tranquilo fluir.
Schiller, F., 1795
[p. 728] Setzt der Dichter die Natur der Kunst und das Ideal der Wirklichkeit so entgegen, daß die Darstellung des ersten überwiegt und das Wohlgefallen an demselben herrschende Empfindung wird, so nenne ich ihn elegisch. Auch diese Gattung hat, wie die Satire, zwei Klassen unter sich. Entweder ist die Natur und das Ideal ein Gegenstand der Trauer, wenn jene als verloren, dieses als unerreicht dargestellt wird. Oder beide sind ein Gegenstand der Freude, indem sie als wirklich vorgestellt werden. Das erste gibt die Elegie in engerer, das andere die Idylle in weitester Bedeutung.
[pp. 102-103] Cuando un poeta contrapone al arte la naturaleza y a la realidad el ideal, de tal manera que la representación de ese ideal es lo que prepondera y el complacerse en él se vuelve sentimiento dominante, lo llamo elegiaco. También este género se subdivide, como la sátira, en dos clases. O bien la naturaleza y el ideal son objeto de dolor, cuando la naturaleza se representa como perdida y el ideal como inalcanzado, o lo son de alegría, al representarse como reales. De lo primero resulta la elegía en sentido estricto, de lo otro el idilio en su sentido más amplio.