Retórica y ficción narrativa de la Ilustración a los romanticismos

Dubitatio. Recepción español

BARBERÁ Y SÁNCHEZ, J. Reglas ordinarias de retórica ilustradas con exemplos de oradores y poetas del Siglo de Oro, para uso de las escuelas. Valencia: Imprenta de Francisco Burguete, 1781.

Barberá y Sánchez. 1781.

[p. 76] La Dubitación, en griego Aporia, consiste, quando el Orador tiene suspenso el ánimo , y fluctùa dudando sobre lo que ha de decir, ó hacer, como:

Quid agam, quem mihi amicum inveniam misera?
aut cui consili
Haec referam? aut unde nunc mihi
auxilium petam?
Non vereor, hera ne ob meum suasum
indigne injuria afficiatur;
Ita patrem adolescentis facta haec tollerare
audio violenter.
(Terent. in Phorm. Act. 4. Scen. 6, v. 1)


CAPMANY Y MONTPALAU, Antonio de. Filosofía de la eloquencia. Madrid: Antonio de Sancha, Madrid, 1777.

Capmany y Montpalau. 1777

[p. 175-176] Dubitación. La dubitación se comete cuando por la gravedad, oscuridad, o complicación del asunto dudamos, vacilamos, o por decirlo así, titubeamos, ya preguntando, ya refutando sobre la preferencia de dos o más cosas que se deben seguir o proponer.

Cicerón nos da bastantes ejemplos en sus oraciones, como en aquella donde dice: ¿Qué debo hacer, Jueces? Si callo, me confirmaréis reo; si hablo, me reputaréis mentiroso. En la oración por Roscio Amerino dice: ¿Qué eximinaré primero? o de dónde partiré? ¿Qué auxilio he de pedir? o de quiénes puedo esperarlo? ¡De los Dioses inmortales, o del pueblo Romano, ¿Imploraré vuestra fe vosotros, que tenéis, la suprema autoridad? ]


HERRERA DÁVILA, J. Lecciones de retórica y poética. Sevilla: Imprenta de D. Mariano Caro,1827.
Véanse, en especial, los apartados “Bibliografía” (p. 177-189); “Vocabulario” (p. 190-212).

Herrera Dávila. 1827.

[p. 197] Duda: fig. de sent. que comete el orador, cuando finge vacilar en lo que ha de hacer ó decir.


HORNERO DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR, C.  Elementos de retórica con egemplos latinos de Ciceron i castellanos de Frai Luis de Granada para uso de las escuelas. Valencia: Benito Monfort, 1777.

Hornero. 1777.

[p. 155] Duda es cuando se muestra bacilante el Orador sin saber que hacer o decir. Egemplo de Cicerón: Equidem quod ad me attinet, quo me vertam nescio, Negem fuisse illam infamiam iudicii corrupti? Negem illam rem agitatam in concionibus? iactatam in iudiciis? commemoratam in Senatu? tam penitus insitam? tam vetustam? (Pro Cluent.)


MATA Y ARAUJO, L. De. Elementos de retórica y poética extractados de los autores de mejor nota. Madrid: Imprenta de José Martín Avellano, 1818.

Mata y Araujo. 1818.
[p. 52] La dubitación ó duda, cuando haciendo que fluctuamos en el discurso, mostramos tener pendiente el ánimo sobre lo que conviene decir ó hacer: v. g. Liv. dec. 3. introduce á Escipion hablando con sus soldados.


MAYANS Y SISCAR, G. Obras completas. Vol. III. Retórica. 1755. Ed. A. Maestre Sanchís. Oliva: Ayuntamiento de Oliva-Diputación de Valencia, 1984.

Dubitatio

[p. 362 § 12] La duda, que los griegos llaman diaphóresis o aporía, i los latinos dubitatio o addubitatio, i los españoles dudanza, que es la manifestación de la incertidumbre en que stamos sobre decir o hacer una o otra cosa. Esta figura sirve para manifestar la suspensión del ánimo en alguna deliberación i frquentemente suele hacerse preguntando como quien consulta.


PABÓN GUERRERO, A. Rhetorica castellana. Madrid: Oficina de Joachin Ibarra, 1764.

Pabón Guerrero. 1764

[p. 15-16]  La duda, o dubitación, es, quando el Orador, haciendo como que fluctua en el discuso, muestra tener pendiente el animo sobre lo que le conviene decir, ò hacer; al modo que quando dice San Gerónymo (41) assi; Nuestros Doctores de tal modo llenaron sus libros de eloquencia, que no sabràs, què debas admirar primero, si, ò la erudición del siglo, ò la ciencia de las Escrituras. De la manera también, que se explicó Scipion, (42) hablando à sus Soldados, según lo refiere Tito Livio, (43) diciendo, y como dudando: Ni el consejo, ni la oración me dictan cómo he de hablar ante vosotros, a quienes, ni sé, á la verdad, con qué nombre os deba llamar: Ciudadanos? que os apartasteis de vuestra Patria? Por ventura Soldados? que os resististeis al Imperio, al auspicio, y rompisteis la Religión con sus Sacramentos. Enemigos? Conozco vuestros rostros, cuerpos y vestidos de Ciudadanos; pero vuestros hechos, dichos, consejos, y ánimos de enemigos.

A elle modo es también la dubitación de San Cypriano, (44) quando dice: Qué haré en este lugar, ò muy amados hermanos, fluctuando con un extraordinario ardor de mi alma? Què dirè, ó de què modo, quando mas necessitamos lagrimas, que palabras? Tiene lugar al principio del razonamiento, quando conviene comenzarlo exabrupto, y también en el epilogo; y á veces se junta con la exclamación, y corrección (…).

 A esta fluctuación, ó duda, que se propone el Orador, le sigue la elección, que hace de razones para continuar su discurso, como, que se le ha ofrecido, ò descubierto una nueva luz, que le franqueó el camino. Assi lo hace San Gregorio Papa, (45) quando hablando de la alegría de los Angeles en la Refurreccion de Christo, introduce la duda, si aquella festividad pertenece mas á los Angeles, que à los hombres? Y despues responde, que á unos, y a otros, de esta suerte: La diremos nuestra, ó suya? Empero, para que hablemos mas verdaderamente, digámosla suya, y nuestra.