BLAIR, Hugh. Lectures on Rhetoric and Belles Lettres. Eds. Linda Ferreira-Buckley and S. Michael Halloram. Carbondale: Southern Illinois University Press, 2005.
(La primera edición apareció en 1783)
Blair, Hugo. Lecciones sobre la retórica y las bellas letras. Trad. José Luis Munarriz. Madrid: Ibarra, 1817, 3ª ed.
(La primera edición apareció en los años 1798-1801. Creo que convendría citar de ella para la versión definitiva)
Blair, H. 2005
Metalepsis
[p. 154] When the Trope is founded on the relation between an antecedent and a consequent, or what goes before, and immediately follows, it is then called a Metalepsis.
Blair, H. (trad. Munarriz. 1817)
[p. 34-35] Cuando el tropo se funda en la relacion que tienen entre sí antecedente y consiguiente, ó lo que va delante y lo que inmediatamente le sigue, se llama metalepsis.
[p. 191] From this it follows, that the great rule with regard to the conduct of such Figures is, that the writer attend to the manner in which nature dictates to us to express any emotion or passion, and that he give his language that turn, and no other; above all, that he never affect the style of a passion which he does no feel. With Interrogations he may use a good deal of freedom (…) But, with respect to Exclamations, he must be more reserved. (…) When an author is always calling upon us to enter into transports which he has said nothing to inspire, we are both disgusted and enraged at him. He raises no sympathy, for he gives us no passion of his own, in which we can take part. He gives us words and not passion; and, of course, can raise no passion, unless that of indignation.
Blair, H. (trad. Munarriz. 1817)
[p. 126] De aquí se infiere, que la regla principal acerca del manejo de estas figuras, es que el escritor atienda al modo con que la naturaleza nos dicta, que expresemos una conmoción ó pasión; que de a su lenguaje este, y no otro giro: y sobre todo, que jamas afecte el estilo de una pasión que no siente. Puede usar con mucha libertad de las interrogaciones (…) Pero debe ser mas reservado en el uso de las exclamaciones (…) Cuando un autor está siempre convidándonos á que entremos en transportes, que no puede inspirar por lo que ha dicho; no solo nos disgusta, sino que nos hace rabiar. No excita simpatía alguna: porque no nos da pasión alguna suya, en que podamos tomar parte. Nos da palabras, y no sentimientos; y por consiguiente no puede excitar pasión alguna, sino a lo mas la indignación.